viernes, 3 de febrero de 2012

HAY SOPAS Y SOPAS



Hay sopas de ley, como esas telarañas kafkianas que nos depara el Gran Hermano omnivigilante y que sólo traen un poco más de frío y soledad a las existencias ya de por sí poco duchas en calores y compañas.
Y hay sopas de amor, como las que prepara Clara, la guitarrista de Vermeer, con las que combatir los vientos siberianos y los bajones de ánimo. Bienaventuradas sean éstas y ojalá acaben anulando en su humeante cordialidad a las primeras.

Una buena música para tomar la sopa:


1 comentario:

paisajescritos dijo...

La calidez de la entrada se agradece. De las más bonitas (estamos de acuerdo en usar la palabra).
Y perdóname el exabrupto: tú que tienes sangre andaluza, como dicen allí "teta y sopa no pué ser" en estos días... creo que todos preferimos sopa.